La Ley General de Protección de Datos (LGPD) establece que antes de registrar a un usuario en una base de datos, es obligatorio obtener de ellos su consentimiento expreso (opt-in, literalmente «optar por» en castellano). Este consentimiento normalmente se indica en forma de:
- casilla de verificación, en el caso de formularios online.
- confirmación verbal, en el caso de captación por teléfono o presencial.
Sin embargo, este sistema no garantiza al 100% que sean los propios usuarios quienes voluntariamente se inscriban en la base de datos. Por ejemplo, una forma habitual de captar leads en estrategias de marketing de contenidos consiste en ofrecer un freebie (un contenido descargable gratuito) a cambio de que los usuarios indiquen su email para recibir comunicaciones.
Campañas por Correo Electrónico
Este planteamiento es muy eficaz, pero puede suceder que el usuario no lea o no comprenda que con ello está aceptando recibir emails promocionales. O, incluso, puede darse el caso de que una persona malintencionada indique la dirección de correo electrónico de un tercero.
Esta situación no es deseable, no solo porque perjudica a los usuarios sino porque si éstos perciben nuestros mensajes como una intromisión, pueden marcar los emails del remitente como SPAM, algo que de repetirse puede acabar con nuestro dominio en una lista negra y malograr nuestras futuras campañas por correo electrónico.
Doble opt-in
Doble opt-in y normativa europea RGPD
Con el fin de evitar esta situación, muchas empresas empezaron a poner en marcha la doble confirmación (doble opt-in). Este proceso consiste en enviar un email a la dirección indicada donde se le solicita al registro que haga clic en un enlace para confirmar su consentimiento de figurar en la base de datos para recibir comunicaciones.
Todas las bases de datos con las que trabajamos en Kapta ListBroking cuentan con esta característica. En primer lugar, porque las listas con opt-in doble tienen mejores índices de contactabilidad y participación. En segundo lugar, porque la doble confirmación será obligatoria a partir de mayo de 2018 con la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
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